Cada queja refleja una mala experiencia del usuario. Supervísalas y actúa para mejorar.
SPF, DKIM y DMARC son imprescindibles para generar confianza y entregar correctamente.
Debe reflejar el contenido real del mensaje para evitar la frustración del usuario.
Demasiados correos causan fatiga y bloqueos. Envía al ritmo que tus usuarios aceptan.
Usa tu propio dominio para generar credibilidad y reputación.
Elimina direcciones inválidas y trampas de spam para proteger tu reputación.
Solo un opt-in explícito cuenta como permiso para enviar.
Dirige tus envíos; las campañas sin segmentación suelen acabar en spam.
Los contenidos o encabezados engañosos destruyen la confianza y la entregabilidad.
Ofrece una opción clara y con un solo clic para reducir quejas.
La reputación cae más rápido de lo que crece; evita las quejas ante todo.
Acabar en spam es un fracaso; el objetivo es la bandeja de entrada.
Implementa DMARC para evitar abusos y preservar la reputación.
Las inclusiones reflejan abusos o malas prácticas; actúa para resolverlos.
Representan sus expectativas. Alinea tu contenido con ellas.
Aumenta los volúmenes gradualmente para evitar bloqueos.
Las IPs y dominios tienen memoria. Gestiona y rota con responsabilidad.
Los contactos comprados generan quejas, trampas de spam y pérdida de reputación.
Concéntrate en los destinatarios activos; los inactivos dañan tu entregabilidad.
Los filtros se adaptan continuamente; solo las buenas prácticas funcionan.